domingo, 22 de enero de 2012

"Signos Vitales"

Nuestro cuerpo se encuentra funcionando continuamente. Las manifestaciones externas de este funcionamiento son señales que emite y se denominan “Signos vitales”.

Estas “señales o signos” se pueden percibir fácilmente, por medio de los sentidos de una persona que examine, o mediante la ayuda de instrumentos simples como el termómetro o el esfingomanómetro.

No solamente son evidencia de vida, nos hablan también del estado de salud de la persona y en un momento dado, nos ayudan a establecer pronósticos sobre la condición del individuo y a que los especialistas tomen decisiones médicas.


Son cuatro los Signos Vitales principales:
1. La Temperatura Corporal.

2. El Pulso Arterial ó pulso, que se encuentra relacionado directamente con la Frecuencia Cardíaca.

3. La Frecuencia Respiratoria.

4. La Presión Arterial

En ocasiones se incluye un quinto Signo Vital entre los principales: la Reactividad de la Pupila.


1. Temperatura Corporal.

La temperatura corporal representa la intensidad o grado de calor del cuerpo.

Como toda maquinaria que está funcionando, el cuerpo despide calor. La Temperatura normal es el equilibrio que se establece entre el calor que produce el organismo, por la utilización de los nutrimentos (metabolismo) y el disipado al ambiente.

Por convención se ha tomado como valor “normal” 37ºC; sin embargo, la temperatura corporal no es un valor “puntual”, y hoy en día se considera normal el rango de 36.8 +/- 0.4ºC.

La temperatura corporal varía de acuerdo al “Ciclo Circadiano”, y observamos como la temperatura es menor durante el “Nadir” (6 de la mañana), que durante el “Cenit” (entre 4 y 6 de la tarde). Este hecho explica el por qué los enfermos se sienten peor durante la tarde, que durante la mañana.

De igual forma, la temperatura del cuerpo no es la misma en la superficie externa, que en el interior. Esto se observa cuando tomamos la temperatura en diferentes puntos, por ejemplo:

Si la temperatura obtenida por vía oral de una persona es de 37ºC, la lectura por vía axilar será de aproximadamente 36.5ºC y por vía rectal, que corresponde a la temperatura central del organismo, será de 37.5ºC.

Las variaciones de la temperatura corporal, pueden estar por encima o por debajo de los valores normales.

Cuando se encuentran por encima, hablamos de fiebre e hipertermia y por debajo de hipotermia.


Fiebre.

Es una aumento temporal de la temperatura, por encima de los límites normales, y dependiendo de la hora del día.

Es un componente importante de las defensas del organismo contra la infección. También los trastornos inflamatorios o autoinmunes pueden causar fiebre: artritis reumatoide, lupus eritematoso, colitis ulcerativa, enfermedad de Crohn, vasculitis, etc.

Otras posibles causas de fiebre abarcan: algunos tipos de cáncer, como primer síntoma, coágulos de sangre, algunos medicamentos.

Para intentar bajar la fiebre:

- Quitar el exceso de ropa o cobijas

- La habitación de la persona no debe estar caliente, ni fría y bien ventilada

- Refrescar mediante un baño tibio o un baño de esponja

- Tomar bastantes líquidos

- En adultos, se puede administrar algún medicamento para bajar la fiebre

- En el caso de niños pequeños, menores de un año, antes de administrar medicamentos para bajar la fiebre, hay que consultar al médico

- Las inmersiones en agua helada, hielo, o fricciones con alcohol, no se recomiendan ya que enfrían la piel, pero al causar estremecimientos o escalofríos, se puede elevar la temperatura central del cuerpo, empeorando la situación.


Hipertemia.

Es el aumento de la temperatura corporal normal, debido a la falla del sistema de disipación del calor del organismo. El golpe de calor es uno de los casos frecuentes de hipertermia, cuando la temperatura corporal aumenta hasta los 40°C, afectando el sistema nervioso central y pudiendo causar desde delirios y convulsiones, hasta desencadenar un coma.

La diferencia con la fiebre, es que el propio cuerpo no está elevando la temperatura a un nivel más alto para defenderse de un agente infeccioso externo.

La Hipertermia se puede causar artificialmente por medicamentos o aparatos médicos, como los que se utilizan en el tratamiento del cáncer.

La persona puede presentar: incomodidad en ambientes cálidos, calambres musculares intermitentes en las extremidades, hiperventilación, fatiga, confusión, cefalea, en jóvenes después de ejercitarse, o en ancianos enfermos, en ambientes cálidos.

El manejo del paciente debe ser rápido (menos de dos horas) y a nivel hospitalario. Mientras se traslada debe desnudársele y mojarle la piel, para que se comience a enfriar.


Hipotermia.

Es el descenso involuntario de la temperatura central corporal por debajo de 35°C.

Con una disminución de dos grados de la temperatura normal promedio, se comienza a entorpecer el habla y a adormecerse la persona. Cuando disminuye más hacia los 33°C (leve), se acompaña de temblores, confusión mental y movimientos torpes.

Hacia los 30°C, cuando se considera moderada, se agregan síntomas como: desorientación, pérdida de la memoria y semis-inconsciencia. Por debajo de esta temperatura, se trata de una hipotermia grave y encontramos pérdida de la consciencia, dilatación de las pupilas, disminución de la presión arterial y de la frecuencia cardíaca. Los latidos cardíacos se tornan muy débiles y casi indetectables.

Existe mayor probabilidad de experimentar hipotermia si la persona:

- Es muy joven o muy anciana

- Padece una enfermedad circulatoria, cardíaca o crónica

- Está desnutrida

- Se encuentra excesivamente cansada

- Se encuentra bajo los efectos del alcohol o alguna droga.

Se requiere de un tratamiento médico rápido y oportuno. En lo que la asistencia llega, se debe llevar a la persona a un área con temperatura ambiente, aislada del viento y la humedad, arroparla, aislarla del frío y en caso de vestir ropa húmeda y ajustada, quitarla y cambiarla por seca. Se pueden aplicar compresas tibias en el cuello, pecho e ingles. En caso de que la persona esté consciente, se pueden administrar líquidos calientes y dulces. Si la persona está inconsciente se requiere que se examinen las vías respiratorias, para dar respiración de boca a boca o Reanimación Cardio Pulmonar, de ser necesario.


2. Pulso Arterial.

Se define como la dilatación transitoria de una arteria, cada vez que se contrae el corazón. Se puede palpar cuando la arteria se presiona sobre una superficie dura (como el hueso).

El pulso se puede palpar en varios puntos del cuerpo, siendo los tres más comunes: la muñeca, el antebrazo y el cuello.

El pulso arterial es una medida directa de la frecuencia cardíaca y varía con la edad, la cual está directamente relacionada con el tamaño de la persona, como se observa a continuación:

Grupo de Edad Pulso (Latidos/minuto)

Fetos                               120 – 160

Neonatos                         130 – 140

Lactantes menores            110 – 130

Lactantes mayores,
prescolares y escolares       90 – 110

Adolescentes                      80

Adultos                              75

ADULTOS
(RANGO NORMAL)       60 - 100

Adultos mayores                70

El pulso arterial o frecuencia cardíaca varía, de forma normal, con la edad, sexo, talla, ejercicio físico, excitación, emociones, entre otras.

Cuando el pulso arterial o frecuencia cardíaca se encuentra aumentado por encima de cien latidos por minuto en reposo, se denomina taquicardia. Es una condición más común entre mujeres que entre hombres y puede ser causado por factores como tabaquismo, alcoholismo, drogas, funcionamiento inadecuado de la glándula tiroides, insuficiencia renal, depresión, la infección de algún órgano, anemia, hemorragias, o no dormir adecuadamente.

Se percibe la aceleración del corazón acompañada de una sensación de ansiedad, una dificultad respiratoria, con otros síntomas como mareo, desmayo, ahogo o dolor agudo del pecho.

La bradicardia por el contrario, se refiere al descenso de la frecuencia cardíaca por debajo de 60 latidos por minuto. No produce síntomas a menos que ésta se encuentre por debajo de los 50 latidos por minuto. Estos síntomas pueden ser: debilidad, mareo o desmayo, que pueden hacer sospechar de una condición cardiopática.

No implica necesariamente la presencia de una enfermedad grave, de hecho se puede encontrar en adultos jóvenes y atletas, o en personas normales durante el sueño.


3. Presión Arterial.

Se define como la fuerza que ejerce la sangre en cada punto de la arteria o vaso sanguíneo que la contiene o por donde va transitando. Presenta dos variantes:

- Presión Arterial Sistólica, que es la presión que soporta el vaso sanguíneo durante la contracción del corazón (sístole). Es el valor mayor que se obtiene durante la determinación con un esfingomanómetro. Su valor normal oscila entre los 100 – 139 mm Hg, con un promedio de 120 mm Hg.

- Presión Arterial Diastólica, la que soporta el vaso sanguíneo durante la relajación del corazón (diástole). Es el valor menor que se obtiene durante la determinación con un esfingomanómetro. Su valor oscila entre 60 y 89 mm Hg, con un promedio de 75 mm Hg.

La presión arterial, varía en forma normal de acuerdo a la posición del cuerpo. Es más baja estando acostado, que sentado o de pie. El ejercicio, el estrés y las emociones pueden aumentarla.

Los valores de la Presión Arterial, se pueden clasificar como sigue:

Categoría          PA Sistólica     PA Diastólica
 
OPTIMA                  120                    80

NORMAL                130                    85

NORMAL ALTO     130 – 139          85 – 89

HIPERTENSION     140                    90

ESTADIO 1              140 – 159          90 – 99

ESTADIO 2              160 – 179        100 – 109

ESTADIO 3              180                   110



Hipertensión arterial.

Algunos factores pueden aumentar la presión arterial como:

- La cantidad de agua y sal en el organismo

- El estado de salud de los riñones, vasos sanguíneos y del sistema nervioso.

- Los niveles de diferentes hormonas en el cuerpo,

La hipertensión arterial aumenta la probabilidad de presentar un accidente cerebrovascular, un ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca, enfermedad renal y a la larga muerte temprana.

El riesgo de padecer hipertensión primaria aumenta por:

- Obesidad

- Fumar

- Alcohol

- Estrés o ansiedad

- Diabetes

- Exceso de sal en la dieta

- Antecedentes familiares de hipertensión

La hipertensión secundaria puede deberse a:

- Enfermedades renales crónicas

- Transtorno de glándulas suprarrenales

- Algunos medicamentos

Entre otros.

La hipertensión arterial la mayoría de las veces es “silenciosa” y no da síntomas. Por tanto, la persona puede desarrollar cardiopatías y problemas renales porque no saben que tienen la presión alta.

En otros casos, sí se presentan síntomas: dolor de cabeza fuerte, náuseas ó vómitos, confusión, cambios en la visión ó sangrado nasal. Se debe acudir al médico.



Hipotensión arterial.

Cuando la presión arterial es más baja de lo normal, algunas partes del cuerpo como el corazón y el cerebro, no reciben suficiente sangre.

Algunas sustancias la causan como:

- Alcohol

- Diuréticos

- Algunos antidepresivos

- Ansiolíticos

Entre otras.

Otras causas de hipotensión arterial son:

- Deshidratación

- Hemorragia

- Infección grave

- Ataque cardíaco

Entre otras.

Y los síntomas abarcan: visión borrosa, vértigo, confusión, mareo, somnolencia, debilidad y desmayo.


4. Frecuencia respiratoria.

Se denomina al número de respiraciones (inhalación y expiración) que se producen por minuto y está regulada por el Sistema Nervioso.

La respiración presenta algunas cualidades como:

- La frecuencia (o velocidad)

- La profundidad

- El ritmo

- La capacidad que tenemos de manipular las cualidades anteriores.

Algunos factores pueden alterar los valores normales de la Frecuencia respiratoria:

- Ejercicio

- Actividad sexual

- Edad

- Fiebre

- Hemorragias

Las alteraciones que pueden presentarse son: la Bradipnea (menos de 10 respiraciones por minuto) y la Taquipnea (más de 20 respiraciones por minuto) y que se puede presentar por episodios de ansiedad, infecciones y dolor.

Los valores normales de referencia son los siguientes:

GRUPO DE EDAD FRECUENCIA RESPIRATORIA

(resp/min)

LACTANTES               30 – 40

NIÑOS                         20 – 30

ADOLESCENTES        12 – 20

ADULTOS                    12 – 20

"El Arbol Genealógico de la Salud"

Un Arbol Genealógico, se puede definir como una “representación gráfica” de la historia de una familia: las personas que la constituyen y su ubicación en la cronología de la misma.


La Historia es un elemento importante en el desarrollo y avance del hombre. Se encuentra inmersa en su idiosincrasia. Desde siempre ha tenido la necesidad de saber de dónde viene y a su vez, plasmar su propia historia y paso por el planeta. Es por eso que nos llama tanto la atención saber qué usaban nuestros antepasados, como funcionaban sus máquinas, electrodomésticos, reconstruírlos…

Reconocemos la importancia de preservar el pasado, ya que como bien lo dice el dicho, recordarlo evita que se cometan los mismos errores que se cometieron y a su vez ayuda a mejorar el futuro.

Volviendo a la Genealogía, son pocas las familias en el mundo que conocen completamente sus vínculos con el pasado. Estas familias se reducen a la “realeza”; las pocas casas reinantes en el mundo actual, conocen perfectamente quienes fueron sus antepasados, su linaje, así como las características hechos y hazañas de la mayoría de ellos. Los demás mortales, salvo algunas excepciones, llegamos a saber de nuestros abuelos y bisabuelos, y por lo general no más atrás.

El legado de nuestros antepasados es muy rico y diverso:

Nuestras características físicas: altura, complexión, color de piel, ojos y cabello, son parte de la herencia genética. Por otro lado, el idioma, todos los conocimientos prácticos, científicos, valores morales, son también parte de este legado. Tampoco hay que olvidar, por ejemplo, que la tradición culinaria de un país también es herencia de nuestros antepasados, la música, las artes, etc., etc. Ante todo esto, los bienes materiales que pudiéramos heredar, resultan los menos valiosos.

Pero no solamente heredamos lo descrito anteriormente. También ciertas enfermedades, desórdenes o condiciones, tienen un elemento genético y por tanto hereditario.

Sabemos que la diabetes, por ejemplo, es una de ellas. La probabilidad de heredar esta enfermedad es mayor cuando proviene de la línea materna, que de la paterna. En cambio la condición de la calvicie se hereda por la línea paterna, de padre a hijo, y esta condición puede heredarla más difícilmente una mujer, solo cuando su madre también es portadora, junto con el padre.

Algunas otras enfermedades que tienen componentes hereditarios son, por ejemplo: la hipertensión arterial, las enfermedades del corazón, el cáncer, la depresión, el transtorno bipolar, así como en menor grado, algunos desórdenes alimentarios, alcoholismo y otras adicciones.

Esta información sobre la salud de nuestros antepasados, es de gran utilidad a la hora de predecir o determinar a qué enfermedades podemos ser más susceptibles. Por lo que se puede diagnosticar con más facilidad y certeza, desarrollando tratamientos cada vez más personalizados, lo cual es cada vez más, un objetivo de la medicina actual.

Pero lo más importante es que también puede ayudarnos a evitar algunas enfermedades, evitando y modificando factores que pueden desencadenarlas. Como por ejemplo, seguir una dieta equilibrada, evitar el sedentarismo, entre otras. Habrá, sin embargo, patologías estrictamente genéticas que al nacer con ellas, no habrá forma de evitarlas.

Por lo anterior, a partir del año 2003, se desarrolló en Estados Unidos una iniciativa para promover entre la población, la elaboración del “Arbol Genealógico de la Salud”, denominado también “Genograma” ó “Historial de Salud Familiar”.

Se comenzó en algunas ciudades, enfocándose sobre todo a la población que al no tener acceso a estudios médicos costosos y sofisticados, requerían de diagnósticos certeros, confiables y rápidos para lo cual un “Historial de Salud Familiar” podía resultar de gran ayuda, como una información adicional para enriquecer la “Historia Clínica” del paciente.

Esta iniciativa se fue extendiendo por el país y se eligió la fecha del “Día de Gracias” norteamericano, también como el “Día de la Historia de Salud Familiar”, como una forma de subrayar la importancia de esta herramienta de salud. También se ha extendido hacia algunos países de Europa y Sudamérica. No así en nuestro país, en donde aún no se ha difundido.

Elaborar una “Historia de Salud Familiar” enfrenta, sin embargo, algunos obstáculos:

- El que los problemas de salud existentes en la familia, no se interpreten adecuadamente.

- Que algunos miembros de la familia quieran mantener en privado sus problemas de salud

- Para que esté lo suficientemente bien documentado, se debería de contar con la información de 3 o 4 generaciones anteriores.

Se ha desarrollado una simbología para la elaboración del “Arbol Genealógico de la Salud”:

- Cuadro - Hombre

- Círculo - Mujer

- Rombo - Sexo no identificado

- Símbolos cruzados con una línea punteada - Portadores de enfermedad

- Símbolos en obscuro - Afectados por enfermedad

- Símbolos cruzados con una línea - Persona fallecida

- Líneas enteras - Vínculos directos

- Líneas punteadas - Adopciones

- Los hermanos de cada generación se ubican de los más grandes a la izquierda a los más jóvenes a la derecha

La información básica que se debe incluir es:

a. En familiares vivos:

- Problemas y desórdenes de salud que sufren, incluyendo:

Enfermedades del corazón, hipertensión arterial, diabetes, abortos, enfermedades mentales (depresión, bipolaridad, etc.),intentos de suicidio, adicciones, desórdenes de la alimentación, etc.

b. En familiares fallecidos:

- Fecha, edad y causa de la muerte.

También pueden añadirse rasgos, susceptibles de heredarse como por ejemplo: color de ojos, cualidades artísticas, temperamento, habilidad musical, etc.

En la web, encontramos sitios con programas que permiten la construcción de un “Arbol Genealógico de la Salud”, de manera sencilla y práctica, como el que referimos a continuación:


La edad cronológica, con mucha frecuencia no coincide con la edad biológica, ya que es un hecho que no todos envejecemos igual.

Existen muchos factores que pueden restarnos años y calidad de vida, entre ellos:

- Sobre peso u obesidad.

- Sedentarismo

- Stress

- Horas insuficientes de sueño

- Colesterol elevado

- Presión arterial elevada

- Fumar

- Consumir bebidas alcohólicas en exceso

- Enfermedades cardiovasculares

- Enfermedades respiratorias

- Enfermedades gastrointestinales

- Enfermedades degenerativas como la diabetes

- Alimentación alta en grasas y azúcares refinados

- Depresión

- Insatisfacción laboral o emocional

- Pasar mucho tiempo al volante

Cuidar nuestra salud, alimentándonos correctamente, manteniéndonos activos, entre otras cosas, aumenta nuestra perspectiva de vida, manteniéndonos alejados de las enfermedades y los médicos. Adoptar un modo de vida sano, no tiene que ser un sacrificio, o aburrido; por el contrario debe ser placentero, ya que sentirse bién hace que nuestro ánimo mejore, al igual que nuestra forma de relacionarnos con los demás, así como la visión que tenemos de nosotros mismos y de la vida.

¿Qué es la Salud?

¿Qué significa para cada uno de nosotros la salud?

La salud tiene diferentes significados, dependiendo de cada persona.

Cuando preguntamos: “¿qué es la salud para ti?” Recogemos respuestas como: “es un estado”, “es estar en equilibrio”, “es sentirse bien”, “es bienestar”, entre muchas otras.

Un denominador común, es el hecho de que la Salud es uno de los tesoros más preciados por la humanidad. Sin salud no puede hacerse nada. Por lo general el primer “buen deseo” en fechas especiales como el Año Nuevo, o el cumpleaños, es el de tener Salud.

Habiendo Salud, podemos trabajar, podemos satisfacer nuestras necesidades básicas diarias, podemos amar y ser felices.

Sin embargo, no podemos ignorar el hecho de que por lo general damos por sentado el hecho de tener Salud. A veces no la valoramos lo suficiente.

Son pocos los que despiertan cada día siendo conscientes de su buen estado de salud.

Por el contrario, muchos de nosotros la valoramos solo después de haberla perdido. Cuando por alguna enfermedad no podemos realizar nuestras actividades diarias, cuando nos vemos impedidos de valernos por nosotros mismos, cuando tenemos que someternos a una intervención quirúrgica, es cuando anhelamos el recuperar la salud y sentirnos bien.


La Salud tiene tanta importancia para el hombre, que está contemplada dentro de la “Declaración Universal de los Derechos Humanos”:

ARTICULO 25.

1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.

2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social.

Hay que recordar que la Salud no solo tiene que ver con el aspecto físico o fisiológico. No es solo el “sentirse sanos” porque no tenemos tos o no nos duele el estómago, por ejemplo.

El hombre, como sabemos, es un ente “bio-psico-social”. Por tanto la Salud también se expresa en estos tres ámbitos. No solo es estar sanos en lo físico, sino también en lo emocional, espiritual y social. Cabe resaltar, que en ocasiones no reconocemos las “enfermedades sociales”, como tal. Las sociedades actuales con problemas importantes de violencia e inseguridad, con el poco cuidado y respeto hacia el medio ambiente y el ecosistema, se encuentran “enfermas” en lo social. A estas “enfermedades sociales” se suma el hecho de las epidemias actuales como: la obesidad, la obesidad infantil, la diabetes tipo 2, entre otras, que han llevado a nuestro país a los poco honrosos primeros lugares, a nivel mundial.

La primer responsable de la salud, es la persona misma. Sin embargo, como se encuentra establecido en las legislaciones particulares de los países y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es también obligación de los gobiernos el proporcionar y administrar la Seguridad Social, a su vez que las personas deben exigirla a sus dirigentes.

Definición de Salud.

La palabra Salud, proviene de los vocablos “Salus” y “salvatio”

“Salus” era la diosa romana de la salud, hija de Esculapio. Corresponde en la mitología romana a la diosa griega Higía.

“Salus”, es una palabra latina que significa literalmente “salud”.

“Salvatio”: salvación en español. Conceptualmente significa que se está en condición de poder superar un obstáculo o una dificultad. También se entiende como el hábito o estado corporal que nos permite seguir viviendo, superando los obstáculos que el vivir encuentra a su paso.

Diariamente el ser humano y en general todos los seres vivos, superan dificultades que les presenta su medio ambiente: así los climas extremos, la contaminación del aire, del agua, los rayos solares en exceso, la presencia de microorganismos en el ambiente, en los alimentos, que pueden causarle enfermedades. En resumen, el implacable paso del tiempo que va minando la fortaleza física y la integridad del organismo.

Para superar las dificultades anteriores, los organismos vivos cuentan con un proceso activo que se denomina “homeostasis”. Cuando este proceso fracasa sobrevienen las enfermedades o lesiones que pueden ser leves, es decir que no ponen en peligro la vida, pero que producen malestar, ya que dificultan la actividad normal de la vida animal.

Cuando el fracaso de la homeostasis es total, sobreviene la muerte, que conlleva la pérdida de la individualidad, ya que el organismo se confunde con el medio ambiente, convirtiéndose finalmente en polvo. Por tanto, mantener la individualidad es uno de los objetivos del vivir, así como también lo es la reproducción , con el objetivo de conservar la especie, transmitiendo la herencia genética a la siguiente generación.

De lo anterior se desprende que la Salud incluye un cierto grado de bienestar físico, el cual es necesario para seguir viviendo. En el caso específico del hombre, la vida biológica se encuentra impregnada de inteligencia (aspectos psicológicos) y de decisiones libres (espiritualidad). El hecho de que el hombre actúe con inteligencia y voluntad, lo diferencia de los demás seres vivos, ya que es capaz de realizar actividades exclusivas de él como: trabajar, estudiar, leer, cuidar de los hijos, cuidar del hogar, etc. Por lo que el juicio acerca del estado de salud de una persona, depende de la captación de su modo personal de vivir.

Definición de Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La OMS define a la Salud como:

“El estado de perfecto bienestar físico, psíquico y social, y no sólo la ausencia de lesión o enfermedad”.

Esta definición implica que todas las necesidades fundamentales de las personas están cubiertas: afectivas, sanitarias, nutricionales, sociales y culturales. Como se observa esta definición es utópica, pues se estima que del total de la población mundial actual, sólo un 10% se encontraría sana. Se podría decir que esta definición es como una fotografía instantánea, ya que todos en algunos momentos de nuestra vida podemos tener cubiertas completamente nuestras necesidades básicas, correspondiendo a un proceso en constante cambio.

Existen definiciones de Salud más dinámicas y realistas, como las siguientes:

“El logro del más alto nivel de bienestar físico, mental, social y de capacidad de funcionamiento, que permitan los factores sociales en los que viven inmersos el individuo y la colectividad”.

En otras palabras, la Salud puede ser definida como “el nivel de eficacia funcional y metabólica de un organismo a nivel micro (celular) y macro (social)”.

De igual forma la Salud mental se define como “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”.

De acuerdo a las definiciones anteriores, si una persona tiene la capacidad de adaptarse a su medio, afrontando las dificultades que presenta de manera normal la vida, para funcionar adecuadamente y realizar sus actividades cotidianas de forma eficaz, se considerará sana. Nótese que según esta definición, una persona con una cierta discapacidad o capacidad diferente, pero que se adapte y funcione en su medio ambiente se considerará sana.

En términos generales:

La Salud es uno de los pilares de la Calidad de Vida, del Bienestar y en definitiva de la Felicidad. Asumimos Salud y Felicidad como sinónimos, ya que siempre se encuentran la una junto a la otra. Las personas saludables son definitivamente felices y viceversa.

Definitivamente al individuo le corresponde el objetivo de alcanzar la salud propia; también de manera responsable debe preocuparse por cuidar la de quienes lo rodean en su círculo familiar, amigos cercanos y así estas redes irán alcanzando a más individuos en la sociedad.

A los gobiernos les corresponde administrar responsable y honestamente los recursos económicos, tecnológicos, educativos, etc. en beneficio de la sociedad, ya que ningún país podrá salir adelante, ni enfrentar los retos del mundo moderno con una población enferma o víctima de alguna de las epidemias actuales.

A la Ciencia Médica y al Desarrollo Tecnológico les corresponde continuar con las investigaciones que permitan de forma ética curar las enfermedades que minan la salud y terminan en muerte, así como mejorar la calidad de vida de los seres humanos.

La Salud a nivel global y como sociedad, empezará a conseguirse cuando se satisfagan las necesidades de alimentación, combate de infecciones, vivienda, trabajo y de hecho se resuelvan los problemas económicos de los países. Así mismo se requiere que se prevengan problemas como la obesidad, la ausencia de ejercicio físico, los accidentes de tráfico, el tabaquismo, la depresión, la contaminación entre muchos otros. Pero sobre todo, que cada persona se responsabilice de trabajar por su Salud diariamente, que adquiera hábitos que la lleven a alcanzar un estilo de vida saludable, capitalizando en Salud y teniendo la convicción de “ser felices, porque es bueno para la salud” (y viceversa).