¿Te has sentido cansado, triste, que "no puedes con tu alma", se te olvidan las cosas, sin razón física aparente?... tratas de descansar, de "no tomarte todo a la tremenda" y en algunos casos hasta tomas algún multivitamínico. Pero tú te sientes igual o a veces hasta peor...
Si a todo lo anterior le agregas una piel reseca, intolerancia al frío, sudas muy poco o nada, hinchazón en manos y cara con tendencia a aumentar de peso y si percibes que tu voz cambia, tornándose cada vez más ronca, puedieras presentar un transtorno de la glándula tiroides, denominado hipotiroidismo.
El hipotiroidismo es un transtorno que en ocasiones no llega a diagnosticarse inmediatamente, ya que en las primeras etapas de la enfermedad los síntomas se pueden confundir con depresión, estrés, mala alimentación, entre otras cosas y conforme avanza (y puede hacerlo muy lentamente), puede llegar a pensarse en transtornos de otros órganos.
La glándula tiroides es la encargada entre otras cosas, de "llevar el ritmo" del metabolismo, es decir que tan rápido o lento funcionamos y qué tan bién aprovechamos y utilizamos lo que comemos. Por ello, una persona hipotiroidea puede presentar distintos grados de anemia o niveles altos de colesterol, así como todos o algunos de los síntomas que mencionamos arriba.
¿Cómo darnos cuenta si tenemos algún grado de hipotiroidismo? Con un análisis de sangre, denominado "Perfil Tiroideo" en donde se determinan los niveles de las Hormonas Tiroideas y la Hormona Estimulante de la Tiroides.
Esto lo debiéramos tomar en cuenta en nuestros chequeos generales periódicos (una vez por año, cuando menos), para que nuestro médico nos indique los análisis correspondientes y en dado caso el tratamiento más adecuado, que por lo general es muy sencillo y consiste en tomar por vía oral, las hormonas que nuestra glándula no produce.
El hipotiroidismo afecta nuestra calidad de vida, escucha a tu cuerpo y cuando notes que hay algo "raro" en su funcionamiento ¡no lo dejes pasar!